Yo quiero ser...

Voy a contar una anécdota de hace algunos años cuando andando por los caminos de mi pasado conocí a unos niños en la calle, era yo un adolescente que solamente estaba vagando por la vida mirando como se acumulaba el polvo, en esa época visitaba a unos amigos en una barriada donde la gente siempre esta en todos lados.

Estaba sentado al pie de una puerta viendo a unos pequeños correr tras una pelota rota que parecía dar lengüetazos al pavimento cada ves que rodaba esperando a que mis amigos salieran de su casucha.

Fue entonces cuando un pequeño se me acerco para preguntarme que era lo que estaba haciendo, - nada solo estoy aquí mirando e imaginando que quiero ser de grande- el niño tendría entre unos 6 y 8 años, me miro muy consternado y me pregunto -¿imaginando? ¿qué es eso?- la pregunta me sorprendió mas a mi - imaginar es cuando tienes ideas en tu cabeza y puedes tener muchas cosas sin que las tengas realmente, es como cuando juegas y crees que eres alguien mas, como un súper héroe, o tu jugador favorito de fut-

Eso pareció calmar su duda pero siguió la charla con el pequeño - pero, tu ya eres grande, por que imaginas que quieres ser grande si eres mas grande que yo- me pareció muy curioso lo que este chico pensaba – si ya soy mas grande que tu, pero no soy mas grande que tu papá, por eso solo estoy imaginando lo que quiero ser cuando sea un señor grande como tu papá o el papa de mis amigos- el pequeño agachando la mirada al piso realmente se estaba esforzando por imaginar lo que quería ser y le pregunte - ¿tu que quieres ser cuando seas grande? - y mi sorpresa fue mayor - eso es fácil, quiero ser taxista como mi papá-, fue entonces cuando me sobresalte tratando de convencerlo, de que no tenia que ser taxista, le dije- pero de esos ya hay muchos, y tu papá no te va a guardar el taxi hasta que crezcas, mejor búscate otra cosa, puedes ser luchador como el santo, astronauta, piloto de carreras, presidente de la república, vamos que no tienes que ser solo taxista usa la imaginación- el niño se llevo las manos llenas de tierra a la cara y parecía estar pasando por un tiempo muy duro dentro de su cabeza, donde aparecían cosas que jamás habían estado antes, me levante y me fui, dejándolo solo con sus pensamientos.

Algún otro día pase de nuevo por ahí y el pequeño al reconocerme corrió a contarme el gran descubrimiento que había formulado- que crees ya se lo que quiero ser de grande, ¡taquero como mi padrino!-...

Cuento esta anécdota por que hay alguien que si esta haciendo que los sueños de los niños se cumplan apoyemos las buenas causas y que las generaciones futuras no dejen de usar su imaginación.











Copyright © 2013 Kavaroca Design Kahuna